29 octubre, 2006


LAS BEBIDAS (leche) EN LA PREVENCIÓN DE INTOXICACIONES

El uso de la leche en la prevención de intoxicaciones por el plomo ha sido desde hace tiempo un tópico muy discutido. Esta práctica viene del tiempo en que el tratamiento de la intoxicación por plomo estaba basado, en su mayor parte, en el descubrimiento de que el plomo tiene el mismo proceso metabólico que el calcio La administración de leche estaba por tanto indicada en el tratamiento del cólico saturnino y en casos de excesiva movilización de plomo. Sin embargo en el uso de la leche como profilaxis de la intoxicación por plomo se encontraron los siguientes problemas: a) la eficiencia profiláctica de la leche no ha sido nunca demostrada inequívocamente y algunos estudios, incluso, indican que la leche puede facilitar la absorción del plomo; b) un cantidad superior a un litro de leche consumida durante el trabajo al día es difícil de digerir; c) es difícil asegurar que todos los trabajadores expuestos al riesgo de plomo consuman suficiente leche, y d) si se deposita la confianza en esta medida de seguridad, pueden descuidarse otras medidas de seguridad. Le leche no es un antídoto para agentes tóxicos en la industria y no es recomendable su uso profiláctico. Sin embargo, no hay razón para no recomendar su uso como bebida refrescante, con tal que sea bien tolerada y consumida en cantidades moderadas. En un principio general, en la prevención de intoxicaciones profesionales, el que ninguna bebida o medicamento (por ejemplo, vitamina C para la exposición al benceno, agua sulfurada para la exposición al mercurio EDTA -ácido edético- para la exposición al plomo, etc.) debe ser considerada como un sustituto adecuado para el control eficaz del peligro. Estas consideraciones no se aplican necesariamente a las bebidas usadas para controlar ciertos efectos agudos y reversibles de origen profesional, tales como dolores de cabeza e hipotensión arterial resultantes de la exposición a los nitratos en las industrias de explosivos y farmacéutica, que son fácilmente eliminados o corregidos por una taza de té o café.
Autor: Eric Omaña
Fecha: 1 de Diciembre de 1999Fuente: Trascripción de la página Nro. 241 de la Enciclopedia de Medicina, Higiene y Seguridad del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo. Volumen 1, año 1974.

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